
El Perro Cerámico es un proyecto transdisciplinario que busca impulsar por medio de la arquitectura, el arte público y la gestión cultural mejoras significativas en los espacios públicos, así como producir formas alternas de comunicación urbana.
Conformado por profesionales en artes visuales y arquitectura graduados de la Universidad de Costa Rica, el Perro Cerámico se plantea como una alternativa social en los campos del arte público, la gestión cultural y la arquitectura, dada su especialización en metodologías de trabajo participativas y colaborativas. A partir de ellas, sus proyectos se organizan de forma horizontal con las comunidades, buscando construir con ellas nuevos imaginarios políticos y críticos a través de la creatividad y la activación de los espacios públicos.
Producciones Perro Cerámico
Urbanografías Móviles
Intervenciones en el casco central de la ciudad.
Abril, 2014. San José, Costa Rica.

Mucho tráfico en chepe, de todas formas reclamamos nuestro espacio.

Rodeando el Monumento Nacional

Claro que miente!!!!!!

Mucho tráfico en chepe, de todas formas reclamamos nuestro espacio.
Urbanografías Móviles.
Abril, 2014.
San José, Costa Rica.

En el contexto del Festival Internacional de las Artes 2014, el proyecto Urbanografías Móviles abordó, por medio de la producción gráfica in-situ, la recuperación de la memoria histórica de la ciudad de San José.
Para ello se creó un dispositivo de impresión serigráfica móvil que se desplazó por la ciudad para señalar cinco puntos que consideramos requerían ser repensados al presentar ciertos deterioros en el imaginario nacional.
Los lugares seleccionados fueron: La Antigua Biblioteca Nacional, hoy convertida en un parqueo público. La casa Jiménez de la Guardía ícono de la San José de principios de siglo XX. La antigua casa de Carmen Lyra, hoy un edificio de oficinas. La casa del Dr Moreno Cañas, donde vivió y murío asesinado. El acceso a la Asamblea legislativa donde se concretaron las mayores protestas sobre el caso Alcoa. Y por último, El Paseo de los Estudiantes, hoy convertido inexplicablemente en el “Barrio Chino”.
En cada locación, se trabajo produciendo imagenes relativas a los hechos y a partir de ellas se buscó conversar y reflexionar con los transeuntes sobre el espacio y su memoria histórica.


